jueves, 27 de septiembre de 2007


Naturaleza y ecología en el pincel de Tomas Sánchez
Por Yolanda Brito Águila de Prensa Latina

Entrevista con este artista, residente en el exterior, que pensó un día ser monje, se consagró a la artes plásticas y revitalizó la pintura paisajística en el arte cubano
Con un amor místico hacia la naturaleza, Tomas Sánchez, destacado artista plástico cubano, accede a la entrevista, alejado del bullicio propio de la ciudad. El Jardín Botánico de Sancti Spíritus, cuatricentenaria villa a 350 kilómetros al este de La Habana, es el lugar escogido.
El dialogo con el artista, para quien pintar es un inmenso placer, casi como un ritual, transcurre en el mismo ambiente que el nos hace sentir a través de sus paisajes: la calma de un equilibrio ideal en una relación perfecta entre el hombre y su medio. Solo interrumpido para explicarme con argumentos propios de un botánico, las características de cada especie encontradas a nuestro paso.
Al preguntar por su inclinación a los temas ecológicos, este pintor cubano, radicado hace mas de diez años en el exterior, se remonta a su nacimiento al centro de Cuba en un batey azucarero nombrado Perseverancia en Aguada de Pasajeros, en la central provincia de Cienfuegos, en el mes de los fuertes aguaceros y la exhuberancia floral típica de la primavera, quizás su mejor bautizo.
"Desde muy niño, me crié alrededor del amor que por la naturaleza sentían mis padres, ambos de origen obrero campesino. El nos llevaba a mi hermano y a mi todos los fines de semana a pescar a la Cienaga de Zapata, o a trabajar al campo, y mi madre al atardecer nos enseñaba desde el patio de la casa la puesta del sol, esto se convirtió en un ritual, y a mi en particular siempre me llamo la atención cada detalle. También mi abuelo era jardinero y yo me aficione muchísimo a todo lo que tuviera que ver con la botánica, hoy creo que se mas de eso que de pintura".
Comencé pintando paisajes, pero al entrar en contacto con la naturaleza, me sensibilice con ella, sin darme cuenta brotaban en mis lienzos los lagos, los embalses y los cambios ocurridos después del triunfo de la Revolución en 1959, mientras, la mayor parte de los artistas continuaban pintando la carreta con la yunta de bueyes, el bohío, el paisajismo tradicional.
En esa época también empecé a pintar los basureros, ya no solo visitaba los parques, las montanas del Escambray o la Sierra Maestra, sino que me escapaba a lugares con depósitos de basura y surgió así el tema de los basureros que tenía un sentido más ecológico.
Anos más tarde, en México me encontré con el gran problema de la basura de 20 millones de habitantes y continué trabajando esa temática.
A finales de los 80 mi pintura se volvió mas ecologista, mas espiritual, meditativa, mas contemplativa del fenómeno natural en si. Luego en mis viajes descubrí todo lo que era la naturaleza supraorigen, la selva tropical.
Desde hace muchos años yo practico la meditación. A través de ella experimento un sentimiento de unidad de todas las cosas, que este mundo aunque diverso es uno y sentí que no se podía hacer daño a un aspecto de la naturaleza sin dañar los demás, todo estaba integrado, fue como una experiencia intuitiva. Seguí pintando los temas anteriores pero con mayor fuerza las selvas tropicales en la medida que viajaba y conocía otros países.
En la década del 90 deje de pintar basureros, volví atrás, retome los primeros temas, los recreaba, me di cuenta que había un estado de madurez, y que podía realizarlos con mejor técnica, mejor mano, pero al mismo tiempo con mayor profundidad.
Aun mantengo el interés por el tema ecologista y tengo muchos proyectos que quiero desarrollar con los paisajistas para promover y estimular que la gente se acerque al tema de la naturaleza.
Actualmente imparto charlas sobre el tema en Costa Rica y en Cuba también, sobre todo con artistas, con pintores, trato de trasmitirles mi vía de aproximación al paisaje, y hacerlos participes como una forma de acercamiento nuevo.
Yo pienso que cada cual puede encontrar su propia relación personal con la naturaleza y sus formas de expresarlo porque normalmente sucede mucho en el paisajismo que la gente se queda en la mera reproducción comercial de la naturaleza y muchos desgraciadamente copian a otros pintores paisajistas y con ello niegan sus propias posibilidades como creadores.
Tomas Sánchez reside actualmente en San Antonio del Casuco, en las afueras de un pueblo en las montanas que esta a mil 700 metros sobre el nivel del mar, a 20 minutos del centro de San José en Costa Rica, estoy, dice, en un medio casi totalmente salvaje.
Es una zona protegida, una pequeña finca destinada a ser un refugio natural para la vida silvestre, la casa esta rodeada de un jardín, el resto selva, el bosque virgen, estoy reforestándolo con especies nativas y todo el terreno con senderos por donde se puede caminar sin peligro porque también esta lleno de serpientes mortales como coral, lora y terciopelo, De forma espontánea llegan al patio de la casa mapaches, perezosos, ardillas, coyotes, ni se sabe la cantidad de aves, es un lugar paradisíaco, habitan mas de 30 especies de orquídeas y quiero enriquecerlo todo.
Quiero que sea un lugar de meditación y reflexión sobre el arte y el medio ambiente y de vez en cuando invitar a artistas de distintos lugares que pasen temporadas allí y trabajen conmigo para yo aprender de ellos y ellos aprendan de mí, intercambiar experiencias.
La casa va a ser un proyecto cultural-ecológico, dentro tendrá una Galería de Arte, mis estudios, taller de serigrafía. Podré unir todos mis propósitos en cuanto a la pintura de paisaje, al arte, con mis ideales ecologistas.
Me interesa Costa Rica porque la tercera parte de ese país esta dedicada a parques nacionales, es la mitad de Cuba pero en ese espacio tiene alturas de 4 mil metros sobre el nivel del mar, volcanes, lagunas, cascadas, ríos caudalosos, canales, pantanos, cuantas cosas uno se quiera imaginar.
¿Que opinión le ofrece la plástica cubana?
Es impresionante, yo estoy orgulloso de la cultura cubana, siempre digo que hay una sola cultura cubana donde quiera que se haga, es una.
La cultura cubana es tremendamente rica, variada, lo mas impresionante para mi es la diversidad en las artes plásticas, es un país con ricas tradiciones culturales.
Con el triunfo de la Revolución se ha desarrollado un movimiento increíble, no solamente lo digo yo, continuamente hablo con intelectuales, críticos, artistas de distintos países, directores de museos que vienen a Cuba y salen impresionadísimos del fenómeno cultural cubano. Es algo de lo cual yo estoy absolutamente orgulloso.
Me impresiono mucho la plástica que se hace en la provincia de Sancti Spíritus, al centro de la isla, tienen muy buenos artistas y una gran riqueza.
¿Es Tomas Sánchez un pintor satisfecho?
Yo creo que el ser humano nunca se satisface y eso es lo más lindo, uno puede estar hasta la muerte persiguiendo realización de sueños, cuando uno deja de sonar, esta muerto. No veo diferencia alguna entre un pintor que comienza ahora y yo. Por mucho que uno alcance, le queda por obtener todo lo demás. Yo no me concentro en lo que quiero alcanzar, sino en lo que estoy haciendo, eso uno lo aprende en la meditación, el yoga, vivir en el presente y el futuro viene como resultado de lo que estamos haciendo ahora, es una secuencia y del pasado lo único que queda es la experiencia y hay que aprovecharla.
¿Desde cuando comenzó a pintar?
Siempre, afirma categórico Tomas, mi madre decía y mi padre se acuerda de eso que desde muy pequeñito me volvía loco por creyones, manchaba todas las paredes y siempre dije que quería ser pintor, contrario a mi progenitor que pensaba seria medico, ingeniero, fue una contradicción con el hasta que entre en la escuela arte y recibió mis primeras notas.
¿Quién es Tomas Sánchez cuando no tiene el pincel en la mano?
Bueno, siempre estoy pensando en la pintura y en lo que tengo que hacer. Soy bien místico, tuve muchas veces problemas e incomprensiones por esas actitudes medidas, toda la vida me ha interesado la experiencia interior del hombre, al mismo tiempo he sido una persona bien social e interesado por lo que esta pasando alrededor mío.
Por otra parte he tenido la necesidad de ir hacia adentro, de quedarme solo, contemplando la naturaleza, sencillamente de cerrar los ojos y meditar, lo que mas me ha preocupado en la vida es quien soy, que hago aquí y que sentido tiene la vida, que va a pasar con la muerte, ha sido siempre mi inquietud.
Esto a veces me hacia parecer un poquito retraído. En la Escuela de Arte me decían Santo Tomas de aquí no, yo a veces prefería estar solo pintando o leyendo filosofía y no irme a fiestar con los demás alumnos. En los días de pase no salía y la gente me decía pareces un monje, “tu eres Santo Tomas de aquí no, porque yo siempre estaba en las nubes, yo creo que uno no viene a la vida a gozar, como algunos piensan, uno viene a aprender y yo me paso la vida experimentando.
En ocasiones pensé que yo quería ser un monje, como me gusta el yoga, la meditación, y vivir en un convento, después encontré a mi maestra espiritual, es de la India, mi guru desde 1990 y me di cuenta a través de ella que era todo lo contrario, lo que tenia que hacer era pintar y proyectarme con mi obra y con mi trabajo en ayudar a los demás, que esa era mi misión en la vida y eso es lo fundamental, soy un ser humano que hace lo que otro hace, lo único que esas otras cosas no están en primer lugar.
Me encanta vagar por la naturaleza. Cuando llego a un país visito las galerías, los jardines botánicos y si puedo me meto en la selva, en los bosques naturales también.
La música me gusta muchísimo, tengo un gusto bien amplio, desde lo mas clásico, hasta lo mas moderno, electroacústica, tríos cantando boleros con guitarras, cada cosa en su momento, me encanta el mundo de los sonidos, yo mismo toco el tambor bridanga de la India y en los centros de la línea yoga que yo practico suelo cantar y tocar tambor con los grupos musicales, es una afición.
Desde 1970 practico meditación, dos veces al año voy al retiro de meditación, a México o a las montanas en Nueva York, es posible cuando termine mi casa en Costa Rica, vaya un periodo de tiempo a La India.
¿Que es lo que más le gusta de Cuba?
De Cuba me gusta todo, la tierra es la tierra, yo amo este país y a su gente, cuando llego aquí me siento como pez en el agua, superfeliz, venir me enriquece muchísimo, el contacto con los otros artistas, con la cultura cubana y con la naturaleza cubana es como una inyección de energía.
Es interesante, porque yo pinto de memoria, no del natural y aun con la influencia de la selva tropical y todo el ambiente de Costa Rica y los lugares que he conocido, siempre en mi pintura sale también el paisaje cubano.
Tomas Sánchez manifiesta que utiliza casi todas las técnicas, en pintura emplea mas el acrílico, pero también el óleo, hace acuarela, trabaja con tempera, el carbón, plumilla.
Cascadas, selvas, orillas, lagunas han salido de su pincel y su vasta obra refleja el paisaje en todas las horas del día, pero últimamente le ha interesado pintar paisajes nocturnos, es como un reto, dice, porque en pintura le llamamos pintar en clave baja, en esas gamas bien oscuras de la noche,
A mi no me gusta definirme ni encasillarme en estilos, confiesa Tomas, yo diría que soy una persona que tengo una emoción muy fuerte de amor por la naturaleza, la vida, de amor por la gente y muchos deseos de expresar eso. Para mi la pintura es un deber.
En este mundo convulso lleno de violencia, mi pintura ofrece un mensaje de paz y de retorno a la armonía de la naturaleza, a la armonía interior.
Hay cuadros con los que yo prefiero quedarme siempre y otros a veces he tenido que vender y después me desespero y he vuelto a comprar, es curioso que haya tenido que comprar pinturas mías que he regalado porque estoy tratando de quedarme con ellos pues mi gran sueno es poder hacer en un futuro un museo en Cuba no solo de mi obra sino de todo lo que logre coleccionar de otros artistas, he pensado que pudiera ser en Cienfuegos o en Trinidad por la cercanía con el propio central donde nací.
Siento una deuda muy grande de gratitud por ese batey, he recibido tanto amor de su gente, tanto aprecio, desde niño me estimularon, mis amigos de mi edad, las personas mayores, todos...
Al pasear con la vista por los extensos prados con lagunas, selvas tupidas, mares sosegados, llanuras que desembocan en cielos, brotados del alma de Tomas Sánchez no hacemos otra cosa que recorrer la fisonomía de su espíritu. Su contenido es todo un descubrimiento.
En su trayectoria artística, Tomas Sánchez ha acumulado 16 exposiciones personales y mas de 70 participaciones en exposiciones colectivas y eventos internacionales, junto a relevantes premios.
La critica especializada coincide en que su pintura paisajística ha revitalizado la tradición de este genero en el arte cubano.
La llamada pintura ecologista de Tomas Sánchez, en su etapa dedicada al paisaje limpio, se inspiró en los campos, mares y cielos de Cuba, pero sus obras trascienden la visión localista al salir en busca del conceptualismo. No están realizadas ni para el geógrafo ni para el turista. En sus telas rara vez se revela la presencia objetiva del hombre y el estigma de una época, suele reinar una atmósfera enrarecida por la soledad y la intemporalidad.

1 comentario:

MARCELA dijo...

ME ENCANTO LLEGAR POR ACCIDENTE A ESTA PAGINA PORQUE ES UNA DE LAS COSAS QUE ME GUSTAN ENCONTRAR EN INTERNET, PERSONAS COMO TU QUE GUSTAN DE LA VIDA ESPIRITUAL , DEL ARTE Y DE LA MUSICA ES UNA COMBINACION PERFECTA PARA MI.
QUISIERA VER TUS PINTURAS CUANDO VIENES A COLOMBIA.

MARCELA
marcemar21@gmail.com

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